Cuando vamos a comprar un aire acondicionado creemos que esto de las alergias es cosa de la primavera pero nada más lejos de ser cierto. Hay mucha gente, y cada vez más, que padece alergia es meses como este: en pleno enero y rodeados de nieve.
Y muchos se preguntan: ¿esto cómo puede ser? ¿la alergia no es cosa de las abejitas y el polen? Pues parece que no, y los expertos alergólogos nos dan las claves y la explicación a esta creencia popular.
Una de las causas más comunes por las que tenemos síntomas de alergia en invierno, es la que cada vez existe menos diferencia entre estaciones.
El planeta Tierra tiene dos movimientos respecto al Sol que provocan las estaciones, que haya día y noche, y las diferencias de temperatura que apreciamos de manera distinta dependiendo del punto del planeta en el que nos encontremos. Estos movimientos son el de traslación: alrededor del sol y de más de 365 días (¿os suena?). El otro movimiento es el de rotación, que va de Oeste a Este, dura 24 horas y provoca el movimiento del Sol. Estos dos movimientos junto a la inclinación del eje, son los culpables de las estaciones tal y como las conocemos.
Como hemos comentado, la Tierra recibe energía del Sol. Si esta energía no está en consonancia con las radiaciones que la Tierra emite, empiezan los desarreglos y las alteraciones en el clima o lo que los estudiosos del tema denominan “cambio climático”. Las causas de este cambio pueden ser naturales; por mucho que se estudie nunca podremos saber cómo se comportarán las energías en el futuro (aún se está buscando explicación a la extinción de los dinosaurios), pero otros son generados por la propia especie humana. Alteraciones del ecosistema como la tala de árboles, la emisión de CO2 o la quema de combustibles, petróleos y demás, aceleran este cambio climático que cada día nos afecta más.